LATYR: único laboratorio de Tritio y Radiocarbono de Argentina

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A pesar de su importancia en el campo de la ciencia, solo existen alrededor de 140 laboratorios radiocarbónicos en el mundo. Uno de ellos, el Laboratorio de Tritio y Radiocarbono (LATYR), se encuentra en Argentina y pertenece al Centro de Investigaciones Geológicas (CIG) dependiente del CONICET y la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Actualmente funciona en el Museo de Ciencias Naturales.

El principal objetivo del laboratorio es proporcionar resultados de alta precisión en datación radiocarbónica a investigadores, académicos y empresas. Cuenta con un gran aval promovido por su exitosa participación en todos los Programas Internacionales de Intercalibración entre laboratorios de 14C.

Esta entidad existe desde hace aproximadamente 40 años y su principal función consiste en establecer cronologías en años en materiales naturales provenientes de diferentes campos de las ciencias naturales y arqueología. En ésta última disciplina el empleo de  la datación radiocarbónica sigue siendo considerada como la más idónea para determinar la edad en años de los objetos hallados. Esta metodología y sus fundamentos teóricos sustentadores están basados en la medición de la actividad residual del isótopo 14C presente en distintos tipos de materiales como madera, carbón, huesos, valvas,  fibras textiles, sedimentos, suelos y paleosuelos, etc.

El 14C es el isótopo más pesado y radiactivo del elemento químico Carbono. Los isótopos son átomos de un mismo elemento cuyos núcleos tienen una cantidad diferente de neutrones, lo que hace que difieran en masa. El 14C, o sea carbono de masa 14, es la piedra angular en este método de datación porque  tiene la particularidad de desintegrarse espontáneamente a una velocidad conocida a través del tiempo emitiendo radiación, lo que permite que el proceso se pueda cuantificar. Esta metodología es la más utilizada para determinar edades absolutas de los últimos 40.000 años.

El 14C se origina continuamente cuando los rayos cósmicos provenientes del sol y del espacio interestelar impactan con los gases de la alta atmósfera terrestre y producen, entre otras partículas, neutrones altamente acelerados.  A su vez, estos neutrones, al chocar contra núcleos de Nitrógeno de masa 14, dan lugar a la formación de Carbono-14, que se difunde en la atmósfera y reacciona con el oxígeno formando dióxido de carbono. De allí se difunde en los tres grandes reservorios: atmósfera, biósfera y océanos. Por ejemplo: por procesos de intercambio lo asimilan los vegetales por respiración y los animales en su alimentación.

Ésta metodología de datación es de vital importancia para el avance científico en aquellas disciplinas que requieren de información cronológica acerca de acontecimientos y procesos. A partir de la determinación de edades en años que se obtienen de los elementos fósiles hallados, de sedimentos, de antiguos suelos, etc., pueden ordenarse los acontecimientos naturales y culturales sucedidos en los últimos 40.000 años, reconstruyéndolos en su devenir y brindando respuestas a los enigmas más antiguos de la humanidad. Ejemplos más trascendentes de su aplicación han sido: cronologizar las etapas de la evolución del hombre anatómicamente moderno (dentro de los últimos 40.000 años), determinar la antigüedad de los primeros inmigrantes humanos que entraron en América y  los comienzos de la producción de alimentos (agricultura y ganadería)  en América, Cercano Oriente y Asia. También la ubicación temporal de los cambios climáticos ocurridos desde la última gran glaciación Pleistocena hasta la actualidad y los grandes cambios en el nivel del mar con las correspondientes fluctuaciones de costas ocurridos en ese lapso.